Cuando visita y utiliza su buzón de GMX, los datos resultantes se transfieren a través de Internet. Estos datos contienen información como su correo electrónico y sus credenciales. Estos datos confidenciales se transfieren cifrados para que no puedan ser leídos al enviarlos.
El encargado de este paso es el protocolo de transferencia "SSL" (capa de sockets seguros) o su sucesor "TLS" (seguridad de la capa de transporte). El navegador (por ejemplo, Firefox, Chrome o Internet Explorer) acuerda una clave de sesión compartida con GMX, que se utiliza para proteger los datos en ambas direcciones. Es necesario utilizar esta clave para que los datos vuelvan a ser legibles.
Este proceso se realiza de manera automática. No le supone ningún coste ni esfuerzo adicional.